lo primero que llama la atención de esta fotografía es su absoluta falta de interés artístico. sin embargo, algo tiene… esas dos botellas de rioja yacentes en una bolsa de basura tal vez nos remiten a un encuentro inesperado en un espacio también inesperado. la fotografía podría parecernos sórdida, pero, definitivamente, no lo es. las botellas están limpias… quizas estuvieron durante meses aguardando pacientemente ese encuentro y, por otro lado, su número aleja los fantasmas asociados a los peligros del exceso. la foto nos muestra dos botellas pequeñas de vino para encontrarse y celebrar con algo de alegría váyase usted a saber el qué. tal vez esa noche (o ese día o esa tarde) acabó con dos personas riendo o quien sabe si incluso bailando una música triste y preciosa. para bien o para mal, quizás éste sea el único rastro de ese encuentro y lo único que nos puede llegar a nosotros, simples voyeurs de algo que no sabemos qué fue pero que intuimos bueno…
lamentablemente, a ese encuentro no estamos ni estuvimos invitados…, pero sí podremos estar el próximo sábado 19 con maDam y abdul moimème. ellas ya se conocieron, hace una eternidad, e hiceron una música llena de azules. ahora, quien sabe, entre todos y todas los que allí estemos igual conseguimos una preciosa música escarlata.